Ya lo dice el refrán: “Nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que no truena”.
Esto le ocurre a muchas personas, que cuando llega el buen tiempo y hay ponerse la ropa más ligera, quitarse los pantalones y las mangas largas, entran en pánico. Hay que perder peso si o si, rápido, sin atenerse a las consecuencias que esto acarrea sobre su salud.
¡Qué tremendo error las dietas milagro! El marketing engañoso que atrapa a tanta gente desesperada, porque el tiempo de lucir tipo se les viene encima.
No hay milagros que valgan, tan solo tomar conciencia en practicar unos hábitos de vida saludables y comer bien.
Puedes comenzar a cambiar tus costumbres siguiendo estos consejos:
- Empezar el día con un buen vaso de agua, esto hace que el metabolismo se ponga en marcha, además de liberar residuos.
- Desayunar como un rey. Después de ayunar toda la noche, nuestro organismo, necesita de nuevo nutrientes para ponerse en marcha. Un ayuno prolongado provoca que el metabolismo de nuestro cuerpo, se ralentice, que se ponga en modo ahorro y almacene grasa, para tener una buena reserva de calorías.
- Comer una alimentación variada, que contenga todos los nutrientes, hidratos de carbono complejos, proteínas y grasas de buena calidad.
- No olvidemos beber agua en abundancia, ayuda a eliminar toxinas y a mantener el metabolismo activo.
- Hacer mínimo cinco comidas al día, de este modo mantenemos la glucemia óptima en sangre, sin provocar picos glucémicos.
- Comer más fruta y verdura, al contener buenas cantidades de fibra dan sensación de saciedad.
- Comer sin distracciones, practicar el mindfulness eating. Esto quiere decir que estemos más atentos en lo que comemos, de este modo seremos más conscientes de la cantidad que ingerimos.
- Evitar el estrés, porque nos provoca que el cuerpo se inflame a consecuencia de la subida del cortisol, derivando en un almacenamiento de grasa abdominal.
- No confíes en los productos light. No por tener un 30% menos calorías que un producto normal les convierte en un alimento sano. Suelen llevar edulcorantes artificiales entre otros elementos que son muy perjudiciales.
- Comer en platos pequeños. Ver el plato lleno, provoca una ilusión óptica y hace que sientas sensación de saciedad.
- Practicar algún deporte, te ayudara a quemar grasa y además te hará sentir bien, porque aumentaran las endorfinas. Estas hormonas que te provocan bien estar.
- Masticar bien. Se recomienda masticar mínimo entre 15 y 40 veces el bocado, de esta manera aumentan los niveles de una hormona CCK que se relaciona con la saciedad y reduce la grelina que es la hormona estimuladora del hambre en el cerebro. El hecho de masticar bien la comida hace que la digestión mejore.
- Respirar cada bocado. El cerebro recibe una señal de satisfacción y detiene el apetito.
