Acude a la consulta una mujer joven, M. T, después de realizar de un largo viaje. Ella vive en el Caribe y cuando llega a España se calza zapato cerrado, cosa que en su país de residencia no lleva, suele ir con chanclas.
Explico esto porque no se sabe si este fue el detonante de su lesión. La cuestión, que al pasar varios días aquí en Mallorca, empieza con dolor en el empeine del pie izquierdo, pero no le da más importancia, piensa que es por el acomodo al nuevo calzado.
Sin embargo, va notando que se va inflamando la zona hasta que un día le aparece un bulto.
Acude al traumatólogo y le diagnostica un quiste sinovial, también conocido como ganglión. Este tumor es benigno y se forma generalmente por líquido articular y en menor medida por líquido paratendinoso. Este líquido es trasvasado fuera de su espacio creando esta tumoración.
El especialista le dice que debe pasar una cirugía para extirparle el quiste. Viene a la consulta y me explica todo lo que le está ocurriendo, yo le sugiero que probemos con la acupuntura antes de pasar por una intervención que le supondría entre 2 a 5 semanas para volver a la vida normal.
Le practico tan solo tres sesiones de acupuntura y M. T vuelve a ver al traumatólogo para anular la cirugía, puesto que el quiste ha desaparecido del todo.
En este caso fue suficiente la acupuntura, aunque si hubiese sido necesario podría haber abordado este caso clínico de una manera integrativa.
Los tratamientos naturales no excluyen el diagnóstico ni tratamiento médico alopático.
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