Hablemos de estrés, ¿quién no ha experimentado estrés en algunas situaciones y momentos de la vida? Pero el estrés en sí no es malo, más bien
es bueno puesto que el hombre o el animal si no fuera por esta reacción no podría sobrevivir.
Cuando experimentamos estrés, nuestro cuerpo activa la respuesta de lucha o huida, liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina. A corto plazo, esta respuesta es necesaria para enfrentar situaciones complicadas. Sin embargo, cuando el estrés se prolonga en el tiempo, es patológico y compromete la salud.
Es importante que diferenciemos los tipos de estrés:
Eustres, también llamado el estrés positivo o bueno. Es la capacidad que tenemos para afrontar acciones permitiendo optimizar el rendimiento de estas
tareas y este estrés está relacionado con una hormona llamada dopamina de la felicidad y placer.
Distrés conocido como estrés negativo, es cuando nos sentimos amenazados por una situación y nos desbordamos frente a ella, cuya consecuencia es una subida exacerbada del cortisol que es una hormona que se produce cuando hay estrés provocando desequilibrios físicos y psíquicos.
Síntomas como:
– Inflamación generalizada
-Falta de energía constante
-Trastornos de sueño
-Infecciones recurrentes
-Dificultad de concentración
-Perdidas de memoria
-Digestiones complicadas
-Cambios en evacuación intestinal diarrea o estiramiento
-Mal humor e ira
-Arritmias o taquicardias, entre muchos otros.
¡El estrés tiene un gran impacto en tu salud!
La psiconeuroinmunología que es una disciplina con evidencia científica, estudia la interacción entre el cerebro, el sistema nervioso, el sistema
inmunológico y la psique aborda el estrés de una manera diferente e integrativa. Desde este enfoque se puede comprender mejor como el estrés crónico nos predispone a padecer muchas enfermedades.
El equilibrio entre mente, cuerpo y sistema inmunológico es clave Hay que tener en cuenta que cada persona puede experimentar el estrés de manera diferente y que las formas de manejarlo también varían. El ejercicio, la meditación, la relajación, control del sueño, comida saludable, el
ocio y la vida social pueden y deben ser estrategias que llevarán a una buena calidad de vida.
¡No subestimes el poder de manejar el estrés en tu vida! Aquí tienes una la llave de la salud.
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