De todas las historias sobre el origen de las patatas Hasselback que he encontrado de este manjar es la que más me gusta, seguramente porque tiene su punto romántico.
Dice la historia que, en una isla de Suecia, Djurgarden situada al este de Estocolmo, donde residía el príncipe Carlos Felipe de Suecia y su esposa, se puso de moda por su belleza y en el lugar había un pequeño restaurante llamado Hazel Hill. En 1853, un tal Jacob William Davidson compró la propiedad y la transformó en el lujoso restaurante Hasselbacken, dando origen al plato en cuestión.
En 1872, el restaurante sufrió un horrible incendio que lo destruyó por completo y sobre él, se construyó un lujoso hotel, donde se reconstruyo el nuevo restaurante
Hasselbacken y sus patatas asadas, a partir de entonces, son el plato nacional sueco.
¡Vamos a la receta!
Ingredientes:
– 4 patatas medianas
– Aceite de oliva AOVE
– Pimienta negra
– Hierbas provenzales
– Romero en rama
– Pasas
– Sal gruesa
Elaboración:
-Lava bien las patatas y sécalas.
-Haz cortes haciendo láminas, que te quede como un acordeón. Lo importante es que el corte no llegue hasta el fondo.
– Mientras precalienta el horno unos 200 °C
– En un bol pon 3 c.s de aceite de oliva AOVE, unas hierbas provenzales secas, la pimienta negra, una pizca de sal y con unas varillas remueve bien para que quede una
mezcla homogénea.
– En una fuente de horno pintada con aceite de oliva coloca las patatas y sobre ellas les echas la emulsión que has hecho y un puñado de pasas repartidas en la fuente y unas ramas de romero fresco.
– Introduce en el horno unos 40 o 50 minutos dependiendo del tamaño de la hortaliza.
¡Disfruta de la receta!
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¡Espero lo disfrutes tanto como yo!
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